El Grifo

Hablar de El Grifo es hablar de innovación. Un concepto que forma parte de la historia que atesora nuestra bodega después de 245 años realizando vino ininterrumpidamente.
La idiosincrasia de El Grifo hace que si destinen una gran cantidad de recursos a I+D+i. No solo se destinan partidas a nivel económico, también se centra en una inversión muy potente de capital humano.
El vino se hace en el campo, y para ello ponemos todos los focos en intentar sacar el máximo partido de una tierra única. Una tierra que hemos heredado y que tenemos que cuidar.
Se realizan seguimientos diarios a las propias parcelas de la propiedad, así como a los 200 viticultores que traen su uva a El Grifo. Viticultores que consideramos familia y que forman parte de este control de calidad en el terreno tan riguroso. A pesar de ser un proceso que demanda mucha paciencia y que requiere muchos esfuerzos, los resultados de poner tanto empeño y pasión en el campo dan como resultado una calidad en nuestros caldos de suma excelencia.
En esta última añada 2019. Todas las referencias de nuestra bodega han sido realizadas con levaduras autóctonas. Levaduras salvajes de nuestro propio viñedo que hacen que nuestros vinos adquieran todas las peculiaridades de nuestro terroir. Consiguiendo atrapar las entrañas del volcán en cada una de nuestras botellas.

Convendría tratar la sostenibilidad en El Grifo como una exigencia o deuda que hemos heredado de nuestros antepasados. Es más que una simple forma de hacer las cosas, más que un proceso, más que la costumbre. Es una filosofía que llevamos grabada a fuego en nuestras raíces. Son un sello de identidad.
La bodega tiene su emplazamiento en pleno corazón de La Geria, en Masdache, una zona protegida y ocupando una parte protegida y con alto valor histórico y volcánico. Conocemos la importancia de nuestra tierra y respetamos esta zona de la manera en que merece. Respetando el medioambiente en todo momento con políticas de calidad muy rigurosas en todos los términos que hacen referencia a esta materia.
Tenemos un vigor la certificaciones ISO 14001, ISO 22000 e ISO 9001. Certificados de calidad que demuestran la buena praxis en nuestros métodos y el estricto control protocolario para la realización de nuestros productos.
Estamos sometidos constantemente a auditorias a nivel interno y externo con el fin de seguir en la línea adecuada de cumplimiento.
Estamos en proceso de certificarnos en la totalidad de nuestros viñedos en ecológico. Una corriente que más que una moda se asume como filosofía por parte de la bodega al tratarlo de manera continuista en el buen hacer y día a día de nuestro viñedo.
Todo esto se traduce en una menor huella de carbono de la cual estamos infinitamente orgullosos poder conseguir.